Deja en paz al diablo

Tras las dos primeras novelas de esta trilogía de John Verdon, os dejo aquí la reseña de la última de las aventuras del detective Gurney.

Después de que hace unos meses acabara en coma, aún se resiente de las secuelas que le han quedado, físicas y, sobretodo, psicológicas. Ya no se siente invencible ni invulnerable, y quizá está perdiendo su frialdad. En medio de estos días de depresión aparece Connie, una antigua amiga periodista, para pedirle que le eche una mano asesorando a su hija. Ésta está realizando un proyecto en el que entrevista a los familiares de las seis víctimas que fallecieron hace diez años a manos del asesino en serie El Buen Pastor. A las pocas horas de charla con Kim, la autora del proyecto, se da cuenta de que ésta no busca solo su asesoramiento, sino también su protección, pues empieza a encontrarse con sucesos extraños y amenazas por parte de su exnovio. 

Las amenazas aumentan, hacia Kim y hacia el propio detective y al indagar un poco en el caso del psicópata detecta que la investigación de hace diez años del FBI no fue muy profesional, pero alguien no quiere que se mueva mucho el tema. Por si fuera poco, todo se complica cuando las víctimas empiezan a aumentar: El Buen Pastor surge de nuevo. 

Al más puro estilo Verdon, la novela intriga y engancha desde el comienzo hasta la última página, avanzando poco a poco junto a Gurney a través de la historia. Es cierto que, como pasaba con las dos primeras novelas, el desenlace deja un poco que desear, pues tras una trama tan bien desarrollada el final resulta un poco atropellado. Pese a ello, sin duda, muy recomendable para un rato entretenido.

El tiempo entre costuras

Sira Quiroga. Ella es la protagonista de esta fantástica novela de María Dueñas. Nos encontramos alrededor de 1920, y Sira es una niña que trabaja haciendo recados y aprendiendo a coser en el mismo taller en el que cose su madre para Doña Manuela. 

Sira crece, España cambia, y su novio cree que la mejor opción de futuro para ella es hacerse funcionaria y aprender mecanografía. Para ello, se acercan juntos a comprar una Hipano Olivetti. Y, sin saberlo, justo en ese momento cambia su vida. Ramiro, el gerente del comercio, se encapricha de ella y le hace dudar del amor por su  novio. 
Estamos en 1935, España está empezando a moverse peligrosamente, y esto empuja a Gonzalo Alvarado a reconocer a Sira que es su padre, aunque nunca pudo hacerse cargo de ella por la diferencia de clase social que le separaba de su madre. Sin embargo, ante la convulsa España y su presentimiento de que quieren matarle, reconoce su paternidad y entrega a Sira unas joyas parte de su supuesta herencia, como compensación a los años perdidos. Con esas joyas y promesas de futuro huye a Tánger con Ramiro, dejando a su novio, su madre y su vida sin mirar atrás. Muchas veces sospechó que tanto lujo, fiesta y felicidad no podía ser cierta. 

Efectivamente, Ramiro le abandona, embarazada y sin un céntimo y le obliga a ingresar en un hospital en Tetuán. En esa ciudad pasa sola todo el periodo de la guerra civil, y empieza su nueva vida. Aprende a valerse por si misma, sin depender de su madre ni sus parejas. Aprende a tomar sus propias decisiones, a trabajar duramente para salir adelante. Recuerda lo bien que se le daba coser, y se convierte en la modista de moda en Marruecos. Hace negocios al margen de la ley, conoce personajes perseguidos por la policía y... se convierte en espía para el gobierno británico, con el fin de que España no participe en la Guerra a favor de los alemanes, para favorecer la victoria inglesa e impedir que España sufra más pérdidas. Cómo una costurera tímida, insegura e inocente se convierte en una elegante modista, espía y asidua a las más pomposas fiestas es lo que descubriremos a lo largo de la novela. 

Sin duda, muy recomendable por la originalidad de su trama y el buen gusto de su escritura.